El lastre de unos zapatos

El lastre de unos zapatos

En unos zapatos nuevos y lucidos, como pequeños lirios en el dulce pasto. Se acomodan para brindarme plenitud y sosiego en el lento camino hacia el ocio. El ocio que subyace en los malos hábitos de estar siempre versátil en el tiempo y el espacio, sin guiarme a la humildad y la costumbre de ser adaptativo a las vicisitudes de la vida misma. Son esos zapatos que rallan los esfuerzos por ser más hábil con la verdad y la belleza, por tanto, me orientan a ser inverosímil, incluso conmigo mismo. 

En el lastre de unos zapatos nuevos yace el desprevenido amigo, un mozo icónico y valeroso, que ha dado su vida por sus amigos y los principios que rigen la bondad, el dinamismo y la alegría de ser parte de esta vida. Son nuevos pero ásperos, son lucidos pero corrosivos. En el lastre de unos zapatos nuevos se encuentra mi querido amigo, obviando los placeres reales del amor, la sexualidad y el trabajo. 

Pero hoy, más que cualquier otro día fatídico o esperanzador, tenemos la información en las palmas de las manos y en las ventanas de nuestros ojos, permitirnos verla es el privilegio que nuestros antepasados no tuvieron y por eso, debemos optar por satisfacer sea cual sea nuestro sueño, dejar a un lado el lastre de unos zapatos nuevos y vestirnos con zapatillas de guano e hilos. Si eso, acaso, nos lleva a la humildad y al intelectualismo. A la realización del ser y a la gratitud de una vida bien vivida. 

En el lastre de unos zapatos se encadenan nuestra libertad y nuestros deseos. 

Foto de Andre Moura http://: https://www.pexels.com/es-es/foto/par-de-zapatos-de-cuero-marron-2562992/

 

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